Nos parece incomprensible como un asunto tan serio como el de una agresión haya tenido un proceso tan irregular para un acusado al que, sin haberse demostrado su culpabilidad, se le ha arrebatado su derecho a la privacidad, publicando los medios de comunicación sus datos personales. Pensamos que, por ética periodística, no debería haberse hecho pública esta información.
Por otro lado, queremos hacer una reflexión acerca del hecho de que la agresión a un político haya tenido tanta repercusión mediática, mientras que otras que se cometen a ciudadanos "de a pie" (sin cargo político), pasan desapercibidas, así como la diferencia de sanción penitenciaria-económica en los respectivos casos.
POR LA PROFESIONALIDAD PERIODÍSTICA E IGUALDAD DE JUICIO
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